Es entrar la primavera y todo cambia: el ambiente, las fiestas, los días y las noches, la gente...
Es cuando aprovechamos en la familia para montar nuestros encontronazos, y es que no se le puede llamar de otra manera a tres días de fiesta seguidos sin parar de comer, cantar y bailar. Los Sánchez una semana, los Martínez la otra, se reunían este año una vez más.
Poco después, toca Feria, y gracias a que uno tiene tan buenos amigos, no faltó en ninguno de los días el rebujito, la tortilla y las sevillanas en ningún momento.

Y es que ya está aquí la mejor época del año.