miércoles, 30 de diciembre de 2009

God save the Queen


Hace un par de días que quería actualizar con algo que no fuera alguna de mis salidas nocturnas o fiestas navideñas, y hoy se ha presentado la ocasión. Al parecer mi mente ya se va adaptando a la que será en breve mi vida londinense del día a día, empezando por lo visto por el mundo onírico. Me explico.

Soñaba yo esta noche que jugueteaba por algún palacio, en principio muy andaluz con sus azulejos, patios interiores y demás. Éramos varios jóvenes de la villa reunidos, y en concreto un muchacho y su amiga, quienes no querían dejarse fotografiar juntos por los demás. Desistiendo yo en principio de seguir con el juego, se me ocurre entonces hacer uso de los pasajes secretos con los que cuenta el castillo y que yo conozco, así que echo a correr por los inmensos salones a través. Cuando llego a un amplio pasillo muy iluminado (y que mucho tenía que ver con la segunda planta de las escuelas nuevas de Ramón y Cajal) me choco en su final con una puerta robusta que estaba cerrada. Qué vergüenza!, pensé. Ahí es donde están tratando los asuntos de Estado ahora que la reina de Inglaterra acaba de morir! Y yo jugueteando por aquí! Inmediatamente me doy media vuelta y salgo a correr hacia atrás esperando que no se les ocurra salir a ver quién ha sido el gamberro.
Al coger las escaleras me topo en el descansillo superior con el mismísimo ataúd de Isabel II, y tras bajar algunos escalones me paro en seco. Allí estaba su alteza, a unas horas de ser enterrada. Aquello era parte de la historia y yo tenía la oportunidad de tocarla! Vuelvo entonces a subir los escalones y allí estaba ella, en aquel pequeño descansillo como si tal cosa, metida en su urna de cristal, con un maquillaje un tanto estrafalario (que creo que surge a raíz de hacerme fan en el Facebook de señoras que se pintan las cejas en mitad de la frente), y con la peluca caída hacia atrás (que puede venir de ser fan de señoras con el pelo chafado por detrás después de la siesta). La cuestión es que observando a la monarca, esta comienza a emitir unos gruñidos y a moverse levemente, cosa que me acojonó un montón. Salgo escopeteado escaleras abajo y me vuelvo a parar en el descansillo de en medio, recordando que mi madre me dijo una vez que los muertos conservan a veces aire dentro y pueden emitir sonidos de ese tipo. Sin embargo, muchos gases debía de tener la muerta para estar dándose media vuelta como estaba dentro de su lecho. Experimento entonces la sensación de qué hago, por dios qué hago! en cuestión de un segundo, y opto por acercarme de nuevo. Ella ya estaba con los ojos abiertos tratando de averiguar dónde coño se encontraba. Finalmente me ve, y me pide por gestos que la saque de allí. Yo empiezo a buscar la manera de abrir el ataúd, y ella me señala un gran cinturón que ata el cristal. Mientras lo voy abriendo, siento que debo comunicar la noticia. La reina no ha muerto! Está viva! Pero, como seguro que os ha pasado muchas veces en los sueños, no podía articular palabra de la emoción. Me armo entonces de valor, reúno todas mis fuerzas y grito: SHE´S ALIVE!!!!

El vocinazo fue tan fuerte que me desperté en medio de la frase. Cuando la terminé, todo lo que le siguió fue el silencio de mi dormitorio a las 8.30 de la mañana y claro, pensé: ella no está aquí. Cuando me di cuenta de dónde estaba y lo que acababa de hacer me escondí bajo el edredón muerto de la vergüenza esperando que no me hubiera oído nadie, y pensando que aquello iría derechito a mi blog en pocas horas.



2 comentarios:

  1. Homío, cuando te acuestes mira que no tengas el pegamento destapao en la mesilla de noche. La maria y otras cosas raritas a ver si las vamos soltando. En fin, como sigas flipando, no llegas a Londres, cualquier día te encierran en el manicomio. Bueno, allí iremos a verte. Feliz Año Nuevo!!!!!

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  2. Con que ya eres oficialmente bilingüe!!! Congratulations!!! Sabía que este día llegaría (snif, snif...). Nos vemos en la villa antes de tu partida!!! Un besazo!

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