Shopping, llamadas y alcohol

Hoy se presentaba ante mí un suceso impredecible en mi agenda: mi madre iba a Factory! Y claro, con una carencia como la mía de ropa de entretiempo uno no se lo plantea mucho. Así que puse mis deberes e intenciones de estudios a un lado y las reemplacé por un chute de compras.

Diagnóstico? Hay mucho cutre ahora mismo en Factory, pero si no me hubieran amenazado con dejarme entre Lora y Sevilla a las 9 de la noche yo hubiera seguido comprando. Y es que soy muy feliz con mi nuevo pañuelo o mis pantalones decentes (según mi madre, "ya era hora") por 8 euros ^^

Pero aún quedaba la parte más dura de la tarde (y eso que eran cerca de las diez!): había que organizar a mis amiguitos para acudir mañana al evento obligado en toda agenda universitaria y estudiantil: la barrilada.

Con mis dotes y ya extensa experiencia de centralita Telefónica solo he necesitado una hora para organizar a nueve personas (una ha rehusado ¬¬) para asistir al encuentro.

Así que preparen sus cámaras, sus estómagos y sus vasos, señoras y señores, porque mañana salimos por la capital!

Y este añadido, que no podía faltar en mi actualización de hoy: