martes, 12 de enero de 2010

Goodbye, my friends


Los miré en señal de despedida, y cuando giré, la torre de la iglesia tocó sus campanadas. Eran las diez.


Las navidades ha sido una temporada de pasar horas en el sofá de casa con la estufa, calentito, mientras fuera llovía. De grandes cenas con la familia y momentos entrañables con los más peques. Hemos echado buenos ratos de cervezas, tapas, e incluso tuve mi noche de "feria", esa que no pude tener este año por estar fuera.
Sienta bien estar en casa con los tuyos. Y lo aprecias más cuando sabes que tienes que irte. Un domingo, cuando no quieres que llegue el lunes. Un diciembre, cuando sabes (o no sabes, como en mi caso) lo que llega en enero. Pero estas son las cosas que nos hacen madurar. Tomamos decisiones que marcan nuestra vida, por pequeña que sea. Podemos quedarnos quietos, movernos en el mismo círculo de gente, buscar un trabajo a escasos kilómetros de casa, ver el mundo a través de los ojos de los demás. Eso está bien; es seguro. Pero si algo le sobra a la vida son opciones. Está la de decir adiós a los tuyos por no sabes cuánto, y crear el deseo instantáneo en cuanto te giras de volverlos a ver la próxima vez. La de enfrentarte a una situación, mundo y gente totalmente desconocida. La de sobrevivir. Esa acojona.
Unos la ven una locura. Algunos una proeza. Otros una equivocación. Pero eso es lo emocionante, poder contar que una vez hiciste aquella locura, aquella proeza o que te equivocaste de cabo a rabo. Lo emocionante de la vida es llegar al final (ya sea tarde o pronto) pudiendo contar miles de estas historias, ya sean victorias o derrotas. Estas serán la prueba de que la hemos vivido.

Ha sido un fin de semana de tres meses fantástico, con un cierre que me parece inmejorable. Me despido de la villa con su momento histórico del año; la nevada que, como todos han dicho ya por facebook "hacía 56 años que no ocurría". Pero eso no fue lo más maravilloso. Fue bailar bajo los copos con otros cuatro locos más, secar los pies mojados en la chimenea mientras fuera nevaba con fuerza o hacer las tostadas al fuego todos juntos. Recibir una visita tras otra para decirme adiós y desearme suerte. Apoyarme con fiereza, adoración y envidia sana. Abrazarlos y desear verlos pronto en, esperemos, la mejor de las opciones.





Los últimos hoy en decirles adiós, ya anochecido, han sido mi abuela, primas y tíos. Al salir, los miré en señal de despedida, y cuando giré, la torre de la iglesia tocó sus campanadas. Eran las diez, y en 24 horas estaría despegando (si el tiempo no traicionaba) a la ciudad londinense.


Arviman goes London. Quizás nos veamos en unos meses, quizás en unos días... quién sabe.

4 comentarios:

  1. Bueno pues aqui tienes mi primer comentario, ^^ y ni sikiera es de alegria....qe emocion madre miaa!!! y yo qe no keria llorar....ahiiiii!!

    Que cuando tu estes alli, en un mundo que para ti es absolutamente nuevo, con vida nueva, gente nueva, trabajo nuevo....no te vas a acordar de que alguien especial falta. Pero nosotros aqui...que vamos hacer sin ti!!!

    Yo...que te llamo por tonterias para contarte como van las cosas en la facultad, los nuevos cambios en mi familia tras la incorporación de un nuevo miembro, los cambios hormonales de la gorda, los adelantos, poco a poco pero satisfactorios, con carlitos, las peleas de familia, las entradas, las salidas....

    Lo sabes, sabes cuanto te voy a echar de menos, pero hay que mirarlo por la parte buena...Y es que espero que este viaje te sirva para experimentar nuevos cambios en tu vida, para aprender el idioma y de la gente que te rodea, para que cuando yo vaya me enseñes la ciudad y la vida londinense!! =P Para qe te demuestres a ti mismo que no tienes límites y puedes conseguir lo que te propongas, para que sepamos lo importante que eres para cada uno de nosotros, y para que te queramos, si cabe, aun más...

    Te quiere...........ale ^_^

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  2. álvaro tengo las lágrimas saltás! que entrada mas emocionante Dios. Oye, no pasa nada, solo es un viaje, piensa eso! Un viaje a Londres. Nos vemos por las redes !

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  3. Si te da por ponerte trascendente te haces más viejo. No lo hagas, disfruta a tope de todo. Ahora con tu edad los aciertos son importantes, pero los errores tienen solución. Me alegra que a los de tu edad los tengas emocionados, es normal, a mi me da cierta nostalgia porque ya pasé por esa etapa de incertidumbres y miedos. Dale fuerte, ya verás como todo te va a ir bien, y si no es así con tu edad vuelta a levantarse (y a otra cosa mariposa). De todos modos si necesitas algo de mi (no lo creo), sabes donde estoy. Un abrazo,

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  4. Muchísima suerte querido Arvi!!! Te echaremos de menos!!!

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