jueves, 30 de diciembre de 2010

Carta de Navidad

Cada año en esta época vuelvo a ser consciente de la imposición de los ritos navideños, que me noquean de lleno pillándonos (a pesar de calendarios) desprevenido a mí y a mi cartera. Hay que hacer regalos. Hay que hacer comidas, cenas. Hay que salir de fiesta y celebrar (¿celebrar qué?), ¡lo que sea!

Cuando eres pequeño escribes una carta con una esperanza e ilusión inquebrantables, llena de deseos materiales, pues somos entonces tan ricos en otros aspectos. Cuando crecemos, escribimos otra carta, ésta más íntima, física o mental, que no enviamos, pues lleva el mismo destino que remitente, y que está llena de deseos inmateriales, pues nos dimos cuenta de que los otros se rompen, cogen polvo o no nos llenan lo suficiente.

A mí este año, más que el rito consumista, que es el mayor de todos y que duele tanto a mi bolsillo, me viene preocupando el segundo, mi carta de los deseos. Quiero aprovecharlo, aunque sea un mero rito, para pedir todo lo que me gustaría mejorar, y aunque son muchas cosas, me cuesta ponerlo en palabras. Por eso, me quedo con tres citas que leí recientemente:

“Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes, y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles. Si me das fortuna, no me quites la razón. Si me das éxito, no me quites la humildad. Si me das humildad, no me quites la dignidad. Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla y no me dejes culpar de traición a los demás por no pensar igual que yo. Enséñame a querer a los demás como a mí mismo. No me dejes caer en el orgullo si triunfo, o en la desesperación si fracaso. Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo. Enséñame que perdonar es signo de grandeza y que la venganza es señal de bajeza. Si me quitas el éxito dame fuerzas para aprender del fracaso. Si ofendo a los demás, dame valor para disculparme. Y si los demás me ofenden, dame valor para perdonarlos. ¡Señor, si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!”, Mahatma Gandhi.

Y mientras crecemos, debemos seguir apostando alto,

"Every first step is forward".

porque al final, es de nosotros de quien depende vivir nuestras vidas.

“Crearlo es la mejor manera de predecir el futuro.” Peter Drucker


Feliz 2011, y que vuestros deseos se cumplan.

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